En 1998 la Asamblea General expresó su profunda preocupación por el hecho de que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) había adquirido proporciones de pandemia. Al tomar nota de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado Día Mundial del SIDA el 1° de diciembre de 1998, la Asamblea destacó la importancia de la observancia adecuada de esa ocasión (resolución 43/15). En la actualidad, más de 41 millones de personas están afectadas por el VIH/SIDA. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades es un de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio. Para el año 2015 , los Estados Miembros de la ONU se han comprometido a cumplir estos objetivos.
La Campaña Mundial contra el SIDA 2005-2010 ha escogido como tema: "Detener el SIDA. Mantener la promesa".
Campaña mundial de lucha contra el SIDA y la Cruz Roja
El objetivo de la Campaña Mundial del SIDA es asegurar que los gobiernos y los responsables políticos cumplan los objetivos sobre el VIH que ellos establecieron, los compromisos que asumieron, y movilizar los recursos necesarios para abordar eficazmente los desafíos de la pandemia del VIH y el SIDA. El corazón del compromiso global fue la ambición declarada públicamente de acceso universal para el año 2015 - que permite que todos tengan un acceso no discriminatorio y sin ser juzgado a una adecuada prevención, tratamiento, atención y apoyo respecto al VIH
La Federación Internacional, en consonancia con este tema y los resultados de la XVIII Conferencia Internacional de SIDA "Derechos Aquí, los derechos ya!", Le gustaría unir fuerzas a través de sus miembros para abogar por los derechos humanos y ponerse de pie contra la estigmatización y la discriminación hacia los más marginados y las poblaciones afectadas para que puedan acceder a los servicios. Para ello, le animamos a colaborar con otros socios de la sociedad civil, en particular con las redes de PVVS y las organizaciones basadas en los derechos, para abogar por leyes, políticas y prácticas que respeten los derechos de las personas que viven con o están afectadas por el VIH.
Mensajes de sensibilización en general
Los consumidores de drogas intravenosas constituyen una de las poblaciones con mayor riesgo de infección por el VIH, en especial en prisión.
El consumo de drogas intravenosas y el VIH constituyen un grave problema de salud pública que sólo se puede solucionar mediante la ejecución de intervenciones de salud pública, evitando toda actitud moralista, que promuevan la reducción del daño, sin hacer ninguna distinción ni censurar a las personas.
· Negar a los usuarios de drogas inyectables el acceso a servicios de atención integral que salvan vidas posiblemente podría provocar un desastre en el ámbito de la salud pública. Lograr el acceso universal a las intervenciones sanitarias basadas en la evidencia para los consumidores de drogas constituye un derecho fundamental a la salud y una prioridad urgente de salud.[1]
· Los peligros que se corren si se mantiene una actitud pasiva incluyen la continua propagación del VIH y de otras enfermedades infecciosas a nuevas poblaciones y regiones, epidemias más complejas de VIH, una tasa elevada de mortalidad y la desestabilización social y económica. La Federación recomienda encarecidamente que los gobiernos adopten políticas solidarias que respeten los derechos humanos y que respalden la aplicación de los programas de reducción del daño.
· Las leyes represivas, incluyendo el encarcelamiento y el acoso, conducen a muchos usuarios de drogas a vivir en la clandestinidad, ajenos a los servicios sanitarios y sociales. Así resulta casi imposible la prevención del VIH o la provisión de tratamiento, atención y apoyo, lo que incrementa el riesgo para toda la población.
· La reforma del entorno político y del sistema judicial son parte integrante de la reducción del daño. El consumo de drogas intravenosas no debería considerarse un delito sino un gran problema de salud pública.
· Hace falta una acción de respuesta eficaz y basada en la evidencia para detener la propagación rápida de la infección por el VIH, no sólo entre los usuarios de drogas intravenosas, sino también en la población en general.
· Para poder ejecutar y desarrollar los programas de reducción del daño de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la inversión debe ser previsible y el financiamiento a largo plazo.
La importancia de la reducción del daño
· Ha quedado demostrado que la estrategia de reducción del daño tiene una incidencia positiva en la vida de los usuarios de drogas intravenosas y la de la comunidad.
· Cuando los usuarios de drogas intravenosas tienen acceso a estos servicios básicos, el número de casos con VIH se mantiene estable y bajo durante años e incluso decenios (Alemania, Australia, Brasil, Francia, Hong Kong, Reino Unido y varias ciudades de los Estados Unidos). Estas conclusiones demuestran que los esfuerzos en el ámbito de la salud pública son eficaces y, que se puede controlar los brotes del VIH entre las personas que consumen drogas.
· Los programas de reducción del daño pueden ser el punto de partida de un esfuerzo para superar la adicción.
Razones por las que los donantes deberían expresar un compromiso con las actividades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja para la reducción del daño
· La inversión en estrategias de reducción del daño permite controlar eficazmente los brotes de infección por VIH entre los usuarios de drogas.
· La contribución de la Federación en la elaboración de programas de reducción del daño es indispensable para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en especial el Objetivo 6 de la Declaración del Milenio cuya meta es “haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA en 2015”, y el Objetivo 4 y 5 de reducir la mortalidad de los niños y mejorar la salud materna.
· Actualmente el gasto correspondiente a la reducción del daño es desproporcionadamente bajo en relación con los gastos globales por concepto de programas sobre VIH/SIDA, ya que se trata de un insignificante 1,4 por ciento del total (11.300 millones de dólares).[2]
La Cruz Roja y la Media Luna Roja es una organización con arraigo comunitario que se especializa en la prestación de servicios comunitarios a grandes segmentos de la población cuyas necesidades no están cubiertas así como en el asesoramiento inter pares.
[1] Wolfe, D., et al., « Treatment and care for injecting drug users with HIV infection: a review of barriers and ways forward », The Lancet, publicado en línea en julio de 2010, PubMed. (en inglés)
[2] Stimson G V, et al, « Three cents a day is not enough, resourcing HIV-related harm reduction on a global basis », IHRA 2010 (en inglés)
La Campaña Mundial contra el SIDA 2005-2010 ha escogido como tema: "Detener el SIDA. Mantener la promesa".
Campaña mundial de lucha contra el SIDA y la Cruz Roja
El objetivo de la Campaña Mundial del SIDA es asegurar que los gobiernos y los responsables políticos cumplan los objetivos sobre el VIH que ellos establecieron, los compromisos que asumieron, y movilizar los recursos necesarios para abordar eficazmente los desafíos de la pandemia del VIH y el SIDA. El corazón del compromiso global fue la ambición declarada públicamente de acceso universal para el año 2015 - que permite que todos tengan un acceso no discriminatorio y sin ser juzgado a una adecuada prevención, tratamiento, atención y apoyo respecto al VIH
La Federación Internacional, en consonancia con este tema y los resultados de la XVIII Conferencia Internacional de SIDA "Derechos Aquí, los derechos ya!", Le gustaría unir fuerzas a través de sus miembros para abogar por los derechos humanos y ponerse de pie contra la estigmatización y la discriminación hacia los más marginados y las poblaciones afectadas para que puedan acceder a los servicios. Para ello, le animamos a colaborar con otros socios de la sociedad civil, en particular con las redes de PVVS y las organizaciones basadas en los derechos, para abogar por leyes, políticas y prácticas que respeten los derechos de las personas que viven con o están afectadas por el VIH.
Mensajes de sensibilización en general
Los consumidores de drogas intravenosas constituyen una de las poblaciones con mayor riesgo de infección por el VIH, en especial en prisión.
El consumo de drogas intravenosas y el VIH constituyen un grave problema de salud pública que sólo se puede solucionar mediante la ejecución de intervenciones de salud pública, evitando toda actitud moralista, que promuevan la reducción del daño, sin hacer ninguna distinción ni censurar a las personas.
· Negar a los usuarios de drogas inyectables el acceso a servicios de atención integral que salvan vidas posiblemente podría provocar un desastre en el ámbito de la salud pública. Lograr el acceso universal a las intervenciones sanitarias basadas en la evidencia para los consumidores de drogas constituye un derecho fundamental a la salud y una prioridad urgente de salud.[1]
· Los peligros que se corren si se mantiene una actitud pasiva incluyen la continua propagación del VIH y de otras enfermedades infecciosas a nuevas poblaciones y regiones, epidemias más complejas de VIH, una tasa elevada de mortalidad y la desestabilización social y económica. La Federación recomienda encarecidamente que los gobiernos adopten políticas solidarias que respeten los derechos humanos y que respalden la aplicación de los programas de reducción del daño.
· Las leyes represivas, incluyendo el encarcelamiento y el acoso, conducen a muchos usuarios de drogas a vivir en la clandestinidad, ajenos a los servicios sanitarios y sociales. Así resulta casi imposible la prevención del VIH o la provisión de tratamiento, atención y apoyo, lo que incrementa el riesgo para toda la población.
· La reforma del entorno político y del sistema judicial son parte integrante de la reducción del daño. El consumo de drogas intravenosas no debería considerarse un delito sino un gran problema de salud pública.
· Hace falta una acción de respuesta eficaz y basada en la evidencia para detener la propagación rápida de la infección por el VIH, no sólo entre los usuarios de drogas intravenosas, sino también en la población en general.
· Para poder ejecutar y desarrollar los programas de reducción del daño de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la inversión debe ser previsible y el financiamiento a largo plazo.
La importancia de la reducción del daño
· Ha quedado demostrado que la estrategia de reducción del daño tiene una incidencia positiva en la vida de los usuarios de drogas intravenosas y la de la comunidad.
· Cuando los usuarios de drogas intravenosas tienen acceso a estos servicios básicos, el número de casos con VIH se mantiene estable y bajo durante años e incluso decenios (Alemania, Australia, Brasil, Francia, Hong Kong, Reino Unido y varias ciudades de los Estados Unidos). Estas conclusiones demuestran que los esfuerzos en el ámbito de la salud pública son eficaces y, que se puede controlar los brotes del VIH entre las personas que consumen drogas.
· Los programas de reducción del daño pueden ser el punto de partida de un esfuerzo para superar la adicción.
Razones por las que los donantes deberían expresar un compromiso con las actividades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja para la reducción del daño
· La inversión en estrategias de reducción del daño permite controlar eficazmente los brotes de infección por VIH entre los usuarios de drogas.
· La contribución de la Federación en la elaboración de programas de reducción del daño es indispensable para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en especial el Objetivo 6 de la Declaración del Milenio cuya meta es “haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA en 2015”, y el Objetivo 4 y 5 de reducir la mortalidad de los niños y mejorar la salud materna.
· Actualmente el gasto correspondiente a la reducción del daño es desproporcionadamente bajo en relación con los gastos globales por concepto de programas sobre VIH/SIDA, ya que se trata de un insignificante 1,4 por ciento del total (11.300 millones de dólares).[2]
La Cruz Roja y la Media Luna Roja es una organización con arraigo comunitario que se especializa en la prestación de servicios comunitarios a grandes segmentos de la población cuyas necesidades no están cubiertas así como en el asesoramiento inter pares.
[1] Wolfe, D., et al., « Treatment and care for injecting drug users with HIV infection: a review of barriers and ways forward », The Lancet, publicado en línea en julio de 2010, PubMed. (en inglés)
[2] Stimson G V, et al, « Three cents a day is not enough, resourcing HIV-related harm reduction on a global basis », IHRA 2010 (en inglés)
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